Siguiendo con nuestra entrega mensual sobre ciencia y tecnología, atendemos hoy de nuevo al apasionante mundo de la técnica mamográfica. En anteriores entradas señalábamos los difíciles comienzos de este método exploratorio. Hoy queremos que el gran público conozca otros procedimientos.
En la imagen Gerinelda Aranguren en el proceso de laminación mamaria. En este caso la paciente consigue, mediante autosugestión, aplanar las protuberancias hasta límites insospechados. Se han alcanzado grosores de tan solo 4 mm. Eso sí, tal y como se aprecia en la imagen, es necesario depositar las tetas rápidamente en un plato de porcelana muy frío para que se mantengan en ese estado hasta el momento de la exploración propiamente dicha.
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